La Epifanía ortodoxa

Epifanía o Teofanía se celebra por la Iglesia Ortodoxa el 19 de enero. El día anterior, es decir, 18 de enero, toda la familia, así como antes de la Navidad, se junta cerca de la mesa. Para cenar se preparan sólo los platos de vigilia y la kutiá pobre o de hambre – no es tan rica y tan dulce como la navideña. Es difícil de explicar por qué se llama así, tal vez porque todo el día antes de la Epifanía no se puede comer nada, este día es de vigilia severa.

Se cree que el Dios viene al mundo al día de Epifanía para revelar la luz inexpugnable. Los cuatro Evangelios dan testimonio de esto.

La palabra "bautizar" en griego significa" sumergir al agua". En la memoria de lo que el Salvador con Su bautismo ha santificado el agua, en la víspera de la fiesta en las iglesias el agua se consagra y se considera después como la medicina contra muchas enfermedades. Lo dan de beber a los gravemente enfermos, lo usan para consagrar las iglesias, las casas y los animales. El día de la Epifanía se consagra el agua de los ríos o lagos. La procesión para santificar los reservorios naturales se llama la procesión con la cruz hasta el Jordán.

Sigue siendo un misterio que el agua bendita no se estropea, no huele y se puede almacenar durante años. Se cree que esto pasa por la plata de la cruz, la que el sacerdote pone en el agua durante la ceremonia. Sin embargo, esta visión es errónea, ya que no siempre se utiliza la cruz de plata – que puede ser de otro metal o de madera, pero el agua con el tiempo aún no se estropea.

Anteriormente, una semana antes de Epifanía los hombres hacían un agujero en el hielo del río, cortaban una gran cruz del hielo, lo ponían cerca del agujero y lo bañaban con el vino de iglesia o kvas de remolacha para que se ponga roja. También se ha dado decorar la cruz con ramas de pino.

Después de la misa matutina en la iglesia la gente iba a la cruz del río. Después de una breve oración el sacerdote bajaba la cruz al agua, y cuando el agua era consagrada la gente la recogía en sus recipientes. Los niños eran particularmente felices este día, porque esperaban por muchas actividades interesantes. Una de ellas era la deflación de palomas. Se liberaban los pájaros en memoria del Espíritu Santo, que se apareció al Cristo a la salida del Jordán. Sin embargo, también simbolizan las fiestas que se acaban y deben ser puestas en libertad.

En Rusia y Ucrania modernos, el día de Epifanía mucha gente, cruzando tres veces y recibiendo la bendición del sacerdote, nada en el los ríos o lagos. Hay que hacer tres sumergidas para limpiar el alma de los pecados. Se cree que también el que se ha bañado en aguas heladas el día de Epifanía no va a enfermarse por todo el año.