Leyendas de Varsovia

La fecha exacta de la fundación de Varsovia no se sabe y los historiadores no paran de discutir sobre el período aproximado de fundación de la ciudad. Algunos de ellos están hablando de tiempos muy antiguos, cuando las tribus antiguas, como corresponde a los viejos tiempos, decidieron instalarse en las orillas del río (es decir, el Vístula). Otros se basan en datos científicos disponibles y proponen el siglo XIV como el periodo de fundación de Varsovia, cuando ha aparecido la primera mención en los manuscritos históricos.

Entre los polacos también se extendieron muchas versiones legendarias relativas a la fundación de la ciudad principal del país. Según una leyenda, fue como este.

Había una vez, cuando el Rey Kazimir el Restaurador (Kazimierz Odnowiciel en polaco), llegando de Cracovia a Gniezno, estaba en choza miserable de los pescadores. El hambre condujo al rey por allí con el humo y olor de los alimentos frescos. Durante la comida, que consistió en el pescado delicioso de la captura de noche, el pescador le platicó al rey de su familia, que ha aumentado recientemente: nacieron dos gemelos maravillosos, los hijos del pescador. Sin embargo, los pescadores pobres se enfrentaron con dificultades considerables, cuando decidieron bautizar a los bebes, porque no había ni una iglesia cerca del templo. Por una gran comida el rey quiso pagar a los propietarios con oro, pero ellos, de acuerdo con una vieja costumbre popular, rechazaron el pago por la hospitalidad. Entonces el rey les pidió por un favor más: el honor de ser el padrino en el bautismo de los gemelos, que no tardará en organizarse. En el altar preparado en una colina el sacerdote, de acuerdo con el orden de Kazimir le llamó al niño Vars y a la niña -Sawa. Al mismo tiempo el Rey Kazimir proclamó solemnemente que desde ahora Piotrko el Pescador será llamado Piotr Varsha, el Pescador Real, el padre de Vars y el Sawa, el propietario del bosque que se extiende alrededor. Y cuando crecerá el pueblo alrededor la finca de los pescadores, lo llamará con su nombre de familia, que se conservará en siglos.

Uno de los símbolos principales de la capital polaca y su escudo al mismo tiempo es una sirena (pez-mujer con una espada y un escudo en la mano). Parece bastante extraño, ya que Varsovia no es una ciudad costera y, a primera vista, no tiene ninguna relación con las sirenas. Pero este personaje tiene su propia explicación, tanto históricamente auténtica, como legendaria.

Algún día una hermosa sirena salió del agua al pie de la actual Ciudad Vieja para descansar un poco en la orilla. Ella disfrutó tanto el lugar que decidió quedarse ahí para siempre.

Por desgracia, los pescadores que vivían en un asentamiento cercano se dieron cuenta que alguien inquieta las aguas de Vístula durante la pesca, enreda las redes y libera los peces. Decidieron atrapar al sujeto. Pero al escuchar la voz de la sirena abandonaron sus intenciones y se enamoraron de la hermosa pez-mujer, que desde entonces les alegraba con su hermoso canto.

Había una vez cuando un rico negociante vio la sirenita y decidió atraparla. La agarró por la astucia y la encerró en un cobertizo. Un joven hijo de un pescador oyó el llanto de sirena, y con la ayuda de amigos la liberó en la noche. Para agradecerles por salvar su vida la sirena prometió que será en su defensa cada vez que necesitaran su ayuda. Y desde entonces, la Sirena de Varsovia armada con espada y escudo guarda la ciudad y sus habitantes.

La Sirena de Varsovia está presente no solo en el escudo de la ciudad, sino también en muchos monumentos, aún con una espada y un escudo. Uno de los monumentos tales más importantes está situado en la plaza del mercado y tiene una larga historia. Establecido hace más de 150 años, un monumento a la sirena por diversas razones ha cambiado su ubicación unas veces. Entre los ciudadanos durante muchos años se le conoce como "un monumento errante", que se convirtió en un tema separado de leyendas urbanas y cuentos. Desde el año 2000, el monumento de la sirena regresó a su lugar original, pero se quedó allí por un corto tiempo: los vándalos locales maltrataban la escultura y la enviaron al museo de la ciudad, donde se mantiene hasta hoy, y la plaza del mercado está decorada con una réplica de la misma. Hay otra leyenda sobre este monumento: se dice que si apapachas la cola de la sirena siete veces y pides que cumpla un deseo relacionado con amor, sin duda se hará realidad.

Una leyenda más cuenta de los acontecimientos antiguos, los tiempos de los reyes. Fue entonces que en el sótano de una de las casas del casco antiguo vivió una criatura, que se llamó Basilisco -era no animal ni el diablo, que nacía una vez en cien años de un huevo de gallo. Basilisco vigiló los tesoros acumulados allí, y todos los hombres valientes que trataron de llegar a ellos, fueron azotados con cola como de una serpiente de unos metros de largo y se convirtieron en piedra por terrible mirada de Basilisco. Al final, el monstruo fue derrotado por un sastre errante que llegó a él, armado con un espejo. Herido por su propia mirada, el Basilisco se petrificó y desde entonces nunca ha amenazado a los residentes.

Hoy en día, en la fachada de la casa, en que en los tiempos antiguos vivió el Basilisco, un letrero que le muestra está instalado. También el monstruo antiguo es el emblema de uno de los restaurantes de Varsovia.

En 2016, el Museo de Varsovia presentó a los lectores la antología de las leyendas de Varsovia -las historias asociadas con calles, monumentos y edificios de la capital polaca, contadas por historiadores y los especialistas de estudios literarias y culturales. Por supuesto, se puede leer este libro para aprender mucho sobre Varsovia, pero nosotros les recomendamos que visiten esta ciudad maravillosa para no sólo escuchar, sino también ver los lugares legendarios. Varsovia les está esperando!