Día de Rememoración de las víctimas de accidentes y catástrofes de radiación

El accidente moderno más famoso provocado por el hombre ocurrió el 26 de abril de 1986, cuando la cuarta unidad de la central nuclear de Chernóbil (Ucrania) explotó. Como resultado, el reactor fue completamente destruido y una gran cantidad de sustancias radiactivas cayó al medio ambiente. La nube resultante llevó los radionúclidos sobre gran parte de Europa y la antigua Unión Soviética.

Directamente en la explosión, una persona murió, otro murió en la mañana del 27 de abril. Posteriormente, sin embargo, 134 empleados de la planta nuclear de Chernóbil y de los equipos de rescate desarrollaron el síndrome de irradiación aguda, y 28 de ellos murieron en los meses siguientes.

En la zona de 30 kilómetros alrededor de la planta los expertos y militares trabajaron. Todos ellos más tarde llegaron a ser conocidos como liquidadores. Estaban en los turnos en la zona de peligro: los que "ganaron" la dosis máxima permitida de radiación que se fueron y en su lugar llegaron otros. El número total de liquidadores llegó a cerca de 600 mil personas. En los primeros días su tarea consistía en reducir las emisiones radiactivas del reactor dañado y evitar consecuencias más graves, como la explosión más potente. Cuando se eliminó el peligro, se comenzaron las obras de la limpieza del área y la construcción del llamado "sarcófago", la carcasa de concreto alrededor de la cuarta unidad.

El número de víctimas del accidente de Chernóbil sólo se puede determinar aproximadamente. A estos, al parecer, se debe atribuir los trabajadores de PNP y bomberos muertos, así como el personal militar y los civiles que participaron en la eliminación de las consecuencias del accidente y los residentes de las zonas afectadas por la contaminación radiactiva, si existen las pruebas de que este accidente fue la causa de la agravación de su salud. Se cree que la mayoría de las muertes relacionadas con las consecuencias del accidente, fueron o serán causadas por el cáncer. La determinación de porcentaje de los casos cuando el cáncer fue el resultado de un accidente es una tarea muy difícil para la medicina y la estadística.

Por desgracia, el caso de Chernóbil no fue el último accidente radiactivo en la historia de la humanidad. El 11 de marzo de 2011 ocurrió un terremoto en Japón, lo que resultó el daño de la central nuclear "Fukushima-1". El mundo esperaba un desastre similar al de Chernóbil, pero, por suerte, esta vez las consecuencias fueron no tan graves, pero serias. Mientras tanto, la "Fukushima" se ha convertido en otra advertencia a la humanidad sobre la necesidad de manejar adecuadamente la energía nuclear.