Cacaxtla

Cacaxtla es uno de los lugares más increíbles en el mapa de México. Este sitio arqueológico se encuentra a 40 minutos en coche de la capital del estado de Puebla.

Cacaxtla ("un lugar donde la lluvia está muriendo en la tierra") se hizo famoso por sus pinturas murales de la cultura maya muy bien conservados, que fueron detectados por los campesinos en 1975. Esta antigua ciudad fue la capital de los olmecas-xicalancas que dominaban en la costa del Golfo en los siglos VII-X.

La ciudad apareció en los siglos IV-V y alcanzó su punto máximo del desarrollo en los años 700-900. Después de la caída de la cercana ciudad de Cholula Cacaxtla fue el centro religioso, político y económico principal del Valle de Puebla-Tlaxcala.

Los palacios y los templos de Cacaxtla fueron construidos en la plataforma natural situada en el valle, que separa los estados modernos de Puebla y de Tlaxcala. En esta plataforma, se encontraban los edificios principales, diseñados para la nobleza y el clero.

Dado que el complejo principal de edificios de Cacaxtla no fueron desenterrados hasta la década de 1980, muchos dibujos de colores en las paredes se conservaron y están disponibles para la inspección de los visitantes. Es muy interesante el hecho que muchos de los murales combinan los símbolos de altiplano Mexicano con la influencia de la cultura maya lo que hace Cacaxtla de ser única en este sentido. Murales increíbles le contarán de las batallas y de la furia de guerreros, de los dioses misteriosos en la apariencia de jaguares y águilas, de los sacerdotes, sus siervos verdaderos. El más famoso fresco de Cacaxtla tiene una longitud de 22 m y representa la batalla entre los guerreros del jaguar y del águila.

Entre los 240 objetos del museo de Cacaxtla que representan la cultura olmeca-xicalancas se destacan los frescos "Hombre-jaguar" y "Hombre-pájaro", las muestras de diferentes técnicas de tallado, pintura, cerámica prehispánica, así como 11 esculturas de arcilla llamados los Dioses de Cacaxtla que y representan las criaturas míticas, por ejemplo, el dios de la lluvia, Tláloc.

En 2007, cuando una tormenta de granizo golpeó muchos murales de Cacaxtla, se decidió construir un techo sobre la zona arqueológica para preservar las imágenes únicas de hace 1000 años.